El cuarto de baño es, sin duda, una de las estancias del hogar que más atención requiere en términos de higiene y limpieza. Este espacio, de hecho, suele estar sujeto a la proliferación de bacterias y a la formación de olores desagradables, especialmente debido a la humedad y al uso frecuente de sanitarios. Para mantener el baño siempre fresco y con buen olor, es necesario adoptar una rutina de limpieza exhaustiva, utilizando productos específicos que garanticen una higiene completa. Sin embargo, a pesar del uso de detergentes perfumados, puede ocurrir que, algunas horas o días después del lavado, todavía se perciban olores desagradables. ¿Cómo resolver este problema de forma eficaz y natural? La respuesta es sencilla: basta con recurrir a un método de bricolaje barato y sostenible que utiliza la acción combinada de una esponja, sal gruesa y una pastilla de jabón. Veamos en detalle cómo poner en práctica esta solución y por qué funciona.
¿Por qué el baño desprende malos olores?
Antes de adentrarnos en el método natural para perfumar el cuarto de baño, conviene comprender qué es lo que provoca los malos olores. Las causas pueden ser varias: restos de jabón, cabellos u otras materias orgánicas que se estancan en los desagües, humedad persistente que favorece la formación de moho o, simplemente, falta de ventilación adecuada. Los sanitarios, si no se limpian correctamente, también pueden convertirse en una fuente de malos olores. Por eso, además de una limpieza regular, es importante adoptar soluciones que actúen de forma continuada, manteniendo el cuarto de baño fresco y con buen olor durante mucho tiempo.
El método natural: esponja, sal gema y jabón
La solución propuesta es sencilla, barata y completamente natural. Se basa en el uso de una esponja de cocina, sal gorda y una pastilla de jabón, elementos que todos tenemos en casa. El objetivo es crear un dispositivo que, al colocarlo en la cisterna del inodoro, desprenda un agradable aroma cada vez que se tire de la cadena. Aquí tienes los pasos para fabricarlo.
Materiales necesarios:
Una esponja de cocina (preferiblemente con la parte abrasiva amarilla).
Sal gruesa (aproximadamente una cucharada sopera).
Una pastilla de jabón (puede ser jabón de manos o corporal).
Una goma elástica (por ejemplo, las que se utilizan para las mascarillas).
Unas tijeras.
Procedimiento:
Prepara la esponja: coge la esponja de cocina y haz un pequeño agujero en la parte amarilla con unas tijeras. El agujero debe ser lo suficientemente grande para que quepan la sal gorda y un trozo de jabón.
Introduce la sal gorda: vierte aproximadamente una cucharada de sal gorda en el agujero creado en la esponja. La sal tiene propiedades absorbentes y ayuda a neutralizar los olores, además de liberar gradualmente el aroma del jabón.
Añade la pastilla de jabón: coge un trozo de pastilla de jabón e introdúcelo en el agujero junto con la sal gruesa. A medida que la pastilla de jabón se disuelva lentamente en contacto con el agua, desprenderá un agradable aroma cada vez que tires de la cadena.
Cierra el orificio: Para evitar que la sal y el jabón se escapen, cierra el orificio con otro trocito de jabón. De esta forma, el contenido permanecerá dentro de la esponja, asegurando un efecto duradero.
Fija la cinta elástica: Haz un segundo agujero en la esponja para que pueda pasar la cinta elástica. Esta servirá para fijar la esponja dentro del desagüe del inodoro, manteniéndola en posición vertical.
Coloca la esponja en el desagüe: retira la tapa del inodoro e introduce la esponja en el desagüe, asegurándote de que entra en contacto con el agua. La goma elástica debe quedar parcialmente fuera para que la esponja pueda recuperarse fácilmente cuando sea necesario. Asegúrese de que la punta de la goma elástica no quede visible, colocándola a un lado.
¿Cómo funciona este método?
Cada vez que acciona la cisterna, el agua entra en contacto con la esponja, activando la sal gruesa y el jabón. La sal absorbe los olores desagradables, mientras que la pastilla de jabón libera una agradable fragancia, que se esparce por la habitación. De este modo, el baño permanece perfumado durante mucho tiempo, sin necesidad de utilizar productos químicos ni desodorantes caros.
Ventajas del método natural
Económico: todos los ingredientes utilizados son de uso común y tienen un coste muy bajo.
Sostenible: no se utilizan productos químicos ni aerosoles contaminantes, por lo que es una solución respetuosa con el medio ambiente.
Fácil de aplicar: sólo se necesitan unos minutos para preparar la esponja y colocarla en el desagüe.
Efecto duradero: la sal y el jabón actúan continuamente, garantizando un baño perfumado durante varios días.
Consejos adicionales
Para potenciar el efecto de este método, puedes añadir unas gotas de aceite esencial a la pastilla de jabón antes de colocarla en la esponja. Los aceites esenciales, como el de lavanda, eucalipto o limón, tienen propiedades antibacterianas y desodorantes, ayudando a mantener el baño fresco e higienizado.
