A continuación te explicamos cómo blanquear toallas viejas y amarillentas y dejarlas tan suaves como las nubes.

Lavado tras lavado, es fácil tener que secarse la cara con toallas viejas y amarillentas.

Toallas limpias y suaves
Si quieres que vuelvan a ser blancas y suaves, como antes, hay algunas soluciones caseras para ti.

Toallas viejas y amarillentas
Lo mejor es tener en casa un juego de toallas de baño de colores claros, resistentes y versátiles, sobrios pero elegantes a la vez, que destaquen porque combinan con todo.

El problema con las toallas blancas empieza cuando el blanco impoluto empieza a desgastarse con el uso o con lavados que no son adecuados para el tejido. Cuando esto ocurre, las toallas suelen adquirir un color amarillento o grisáceo y ya no son tan suaves como antes, y su desgaste es más visible.

Cómo blanquear las toallas: un ingrediente es todo lo que necesitas
Seguro que alguna vez te has preguntado: ¿cómo hacen los hoteles para lavar las toallas todos los días y mantenerlas blancas, en buen estado y con olor a fresco? Ahora bien, si se le ha pasado por la cabeza la idea de tirarlas, piénselo de nuevo: hay un montón de soluciones rentables con sólo utilizar lo que tenemos en casa. Veamos algunas de ellas a continuación.

Toallas viejas y amarillentas
Como decían nuestras abuelas, el bicarbonato de sodio es un remedio casero natural que tiene muchas propiedades. Esta sustancia puede ayudar a blanquear y eliminar manchas, además de ablandar nuestras toallas viejas.

Para utilizarlo, vierte dos o tres cucharadas de bicarbonato sódico tanto en el recipiente adecuado como en el tambor de tu lavadora, para poder programar el lavado más adecuado para tu ropa.

Añadir bicarbonato a la lavadora
Si prefieres lavar a mano, basta con echar la misma cantidad de producto en un barreño, dejar que el polvo se disuelva y sumergir las prendas a tratar, dejándolas en remojo un rato. Por último, acláralo todo.

Ya hemos hablado del vinagre blanco en relación con sus propiedades desengrasantes y su capacidad para eliminar los malos olores. El vinagre blanco también es ideal para aprovechar sus propiedades blanqueadoras.

Además, sus propiedades emolientes pueden suavizar las toallas especialmente ásperas que tienden a arañar la piel.

Para utilizar este tratamiento, basta con verter medio vaso de vinagre blanco en una palangana llena de agua caliente y dejar las toallas en remojo durante unas horas. A continuación, acláralas y lávalas como de costumbre.

Vinagre de vino blanco
Este tratamiento natural también se puede utilizar en lavadoras, vertiéndolo en la cuba de lavado e iniciando el programa como hacemos normalmente.

Otros remedios naturales para las toallas blancas
Entre los productos naturales que tenemos en casa para blanquear, el limón también tiene su sitio. Este fragante cítrico ocupaba un lugar de honor en la colada de nuestras abuelas, que tenían que blanquear.

Juego de toallas blancas y suaves
Cuando laves las toallas en la lavadora, mezcla 500 ml de agua con media taza de zumo de limón, viértelo en el cajón del detergente y programa el lavado como se indica.

Si prefieres lavar a mano, pon dos rodajas de limón en un litro de agua hirviendo y deja las toallas en remojo durante unos treinta minutos.

Una vez transcurrido este tiempo, sigue lavando como de costumbre. Al final, las toallas quedarán blancas. El zumo de limón sólo debe utilizarse en toallas blancas o de colores claros, debido a sus potentes propiedades blanqueadoras.

Ácido cítrico para toallas viejas y amarillentas
Si quieres evitar el vinagre, puedes utilizar ácido cítrico, que también es apreciado por su capacidad para limpiar la lavadora y eliminar la cal del interior.

Ácido cítrico
Para ello, basta con disolver 150 g de ácido cítrico en 1 litro de agua tibia y verter unos 100 ml de esta solución en el cajón de la ropa sucia para cada lavado a máquina.