¿Por qué debo realizar el mantenimiento de los filtros de mi secadora?
Cuando una secadora está en funcionamiento, no sólo elimina la humedad de los tejidos. También arrastra multitud de fibras, polvo y restos textiles que se acumulan en los filtros. Con el tiempo, estos filtros se obstruyen, haciendo que el secado sea menos eficaz, alargando la duración de los ciclos y aumentando el consumo de energía. Peor aún, un filtro obstruido puede hacer que el aparato se sobrecaliente, aumentando el riesgo de averías e incluso de incendios.
Un buen mantenimiento del filtro no es sólo una cuestión de eficacia, sino también de seguridad. Por no hablar de la prevención del desgaste prematuro de su secadora, que puede ahorrarle gastos de reparación innecesarios.
¿Cómo se limpian bien los filtros?
El filtro principal, normalmente situado en la puerta o justo debajo del tambor, debe vaciarse después de cada ciclo. A menudo basta con frotarlo con la mano para eliminar cualquier pelusa acumulada. Pero para una limpieza más a fondo, recomendamos aspirarlo o enjuagarlo con agua caliente. Antes de volver a colocarla en su sitio, asegúrate de que esté completamente seca para evitar la aparición de moho.
Los modelos más recientes están a veces equipados con un segundo filtro, situado cerca del condensador.
