Con este truco, puedes hacer que cualquier sartén sea antiadherente

¿Por qué la sartén pierde su revestimiento antiadherente?
El desgaste de una sartén antiadherente suele deberse a un mantenimiento inadecuado. El uso constante de espátulas metálicas, la cocción repetida a altas temperaturas o un lavado demasiado agresivo suelen ser responsables del deterioro del revestimiento. ¿Cuál es el resultado? Cuando el revestimiento se debilita, los alimentos acaban pegándose y cocinar se convierte en un verdadero problema.

Pero esto no tiene por qué ser así: en lugar de invertir en nuevos utensilios, existen algunas soluciones caseras que pueden ayudarte a restaurar las propiedades antiadherentes de tu sartén.

Posos de café: un exfoliante natural para la cocina
Cuando el café está listo, el primer instinto es tirar los posos. ¡Y es una pena! No se imagina lo útiles que pueden ser sus propiedades limpiadoras. En este caso, los posos de café son un aliado ideal para exfoliar de forma natural los utensilios sin dañar la superficie.

He aquí cómo utilizarlos:

Mezcla unos posos de café con detergente lavavajillas.
Aplica esta mezcla directamente sobre la sartén con una esponja suave realizando movimientos circulares.
Aclara bien la sartén y sécala bien con un paño limpio.
Aplicando esta solución casera, los residuos incrustados se eliminarán fácilmente y el revestimiento de la sartén volverá a brillar.

¿Por qué funciona? Los posos de café, ligeramente abrasivos, limpian la superficie de la sartén sin dañarla. Sus finas partículas eliminan suavemente todos los residuos quemados y la grasa acumulada, ayudando a restaurar la eficacia del revestimiento antiadherente.

Un poco de aceite para restaurar la película protectora
La técnica del culotte es a menudo la clave para restaurar las propiedades antiadherentes originales de una sartén de acero.

He aquí un método sencillo a base de aceite vegetal:

En primer lugar, limpie y seque bien la sartén.
A continuación, aplique una fina capa de aceite (de colza, oliva o girasol) por toda la superficie.
Caliente la sartén a fuego medio durante unos minutos y, a continuación, déjela enfriar de forma natural.
Por último, retira el exceso de aceite con un paño limpio.