Cuando tienes una prenda favorita, no puedes evitar protegerla para conservarla más tiempo y evitar que se estropee.
Si ésta es tu intención, debes saber que existen una serie de trucos para conservarla con cariño. Para ello, ¡hoy veremos juntos cómo cuidar una prenda a la que tienes especial cariño!
Fase de lavado
Los primeros trucos tienen que ver con la fase de lavado, que es la que más contribuye a estropear la prenda si cometemos errores.
Te sugiero, en primer lugar, que leas bien la etiqueta de lavado para entender cuál es el ciclo de lavado adecuado y la temperatura correcta que debes programar.
Además, es aquí donde también se nos indica si podemos proceder al lavado a máquina o si sería mejor lavarlo sólo a mano. Durante la fase de lavado, además, hay que intentar separar las prendas por colores y tejidos, para no estirarlas.
Si se trata de una prenda de lana, te aconsejo también que la pongas del revés, para proteger el color del tejido y evitar que se desgaste.
En caso de lavado a mano
Si lavas las prendas a mano, basta con ponerlas en un barreño con agua tibia y unas gotas de jabón de Marsella.
Una vez que haya terminado de lavarlas, evite escurrirlas a mano, ya que podría arrugarlas demasiado y «estresarlas». Como alternativa, puedes enrollar una toalla alrededor de la prenda presionando suavemente para que absorba el exceso de agua.
Productos
En cuanto a los productos a utilizar, es aconsejable evitar los productos muy agresivos y recurrir siempre a productos naturales como el jabón de Marsella, el jabón amarillo, el vinagre, el bicarbonato, etcétera.
Estos, de hecho, tienen una función limpiadora y desengrasante muy delicada. Evite también el uso de suavizantes comerciales, que en realidad no nutren la prenda, sino que la desgastan. Como alternativa, utilice ácido cítrico, ya que se considera un suavizante natural.
Basta con verter 150 gramos de ácido cítrico en aproximadamente 1 litro de agua tibia, mezclar bien y verter unos 100 ml de esta mezcla en la cubeta del detergente.
Y si quieres un vídeo para ver cómo hacerlo, ¡aquí lo tienes!
Tratamiento previo de las manchas
Cuando se forman manchas en nuestra ropa, si no se tratan enseguida, acaban siendo halos que ya no se van porque han penetrado demasiado en el tejido.
Por lo tanto, sea rápido y elimínelas inmediatamente frotando un poco de jabón amarillo directamente sobre la mancha que desea quitar.
Después, deje que actúe durante un rato, aclare la prenda bajo el grifo para eliminar todo el exceso de espuma y proceda al lavado habitual.
Tanto el jabón amarillo como el jabón de Marsella se consideran quitamanchas universales que pueden pretratar la ropa.
Para mantener tu prenda durante mucho tiempo, te aconsejo que no utilices quitamanchas agresivos que puedan dañar el tejido.
Fase de secado
En cuanto al secado, te sugiero que evites la secadora para los tejidos delicados, como la lana o la seda, ya que podría encoger o estropearse.
Lo ideal es secarlos siempre al aire libre, teniendo cuidado, sin embargo, de no exponerlos a la luz solar directa, especialmente cuando hace mucho calor, ya que los rayos del sol podrían decolorar las prendas de colores más claros y afieltrar cualquier prenda de lana.
Además, en el caso de las prendas de punto, siempre prefiero colocarlas sobre una superficie horizontal para evitar que se estiren debido al peso del agua.
Planchado
La mayoría de las prendas, después de ser lavadas, necesitan ser planchadas para eliminar las arrugas que acaban comprometiendo su belleza.
La plancha, sin embargo, si se utiliza de forma incorrecta, puede dañar los tejidos y desgastarlos. Por lo tanto, te sugiero en primer lugar que sigas siempre las instrucciones de la etiqueta para asegurarte de que el tejido se puede planchar.
Además, para las prendas más delicadas, coloca un paño de algodón entre la plancha y el tejido para proteger aún más la prenda.
Por último, recuerde siempre planchar las prendas del revés. Si, además, quieres evitar el planchado, ¡prueba estos trucos para evitar las arrugas!
Almacenamiento
En cuanto al almacenamiento de las prendas, debes tener cuidado de colgarlas en las perchas más adecuadas para darles la forma correcta y no deformarlas.
También es importante guardar las prendas en un ambiente limpio y seco, lejos de la luz solar directa y del exceso de humedad.
Por último, recuerda dejar espacio entre las prendas para que circule la cantidad de aire adecuada.
Lavado poco frecuente
Finalmente, un último consejo se refiere a la frecuencia de lavado, que debe ser limitada. Aunque a menudo tendemos a pensar que cuanto más lavemos la ropa, más se
