En 2030 no habrá agua para todos: el preocupante descubrimiento de algunos expertos

El agua dulce es la base de nuestras vidas, ya que nos permite realizar muchas de las funciones vitales de nuestro organismo. También se utiliza para muchos otros fines, como la higiene personal.

La demanda de agua dulce es especialmente elevada, ya que es el agua menos disponible en nuestro planeta. El agua de mar es salada y apenas se considera agua disponible a menos que se desalinice. Pero la desalinización es un proceso muy complicado que requiere maquinaria muy cara.

La demanda de agua dulce supera la oferta

La escasez de agua dulce, que va a agravarse si no se toman medidas de forma inmediata y planificada, es de hecho otra consecuencia de la crisis climática. El fenómeno de la emergencia hídrica se debe concretamente a dos factores:

El calentamiento global está provocando un aumento del 7% de la humedad por cada 1°C de aumento de la temperatura media mundial

Los cambios en el uso de la tierra, como la deforestación, el agotamiento de los humedales, la degradación del suelo y el desarrollo de infraestructuras, están repercutiendo en el régimen y la distribución de las precipitaciones

Se calcula que para 2030 la demanda de agua dulce superará a la disponibilidad en un 40%.

Seguir el ciclo del agua como solución

Para evitar la creciente escasez de agua, es necesaria una acción global, ya que el ciclo del agua no sigue fronteras nacionales, sino que conecta a todos los países del mundo. Están interconectados no sólo por el flujo de agua en sí, sino también por el flujo de vapor de agua.

Los estudios sobre el reciclaje de la humedad han demostrado que el flujo de agua procedente del vapor de agua continental es esencial para mantener las precipitaciones: se calcula que alrededor del 40-50% de las precipitaciones del mundo proceden del flujo de vapor de agua en tierra a través del reciclaje del agua evaporada liberada en forma de lluvia, que es esencial para la vida en la Tierra.