Incluso mejor que el jabón de Marsella y el jabón negro. Lavar, lavar la ropa, alicatar… ¡Este jabón milenario lo hace todo en el hogar!

Versátil, natural y económico, el jabón de Alepo puede ser menos conocido que el jabón de Marsella o el jabón negro, pero podría resurgir en los hogares que buscan reducir su impacto medioambiental al tiempo que adoptan productos saludables. La sencillez y la composición auténtica de esta antigua pastilla de jabón lo tienen todo para seducir. Sobre todo, demuestra una eficacia formidable mucho más allá de su uso cosmético tradicional. En el hogar, puede convertirse en un valioso aliado para limpiar la ropa, fregar el suelo, eliminar la grasa de las superficies y abrillantar la vajilla. Su sutil fragancia y sus propiedades purificadoras lo convierten en un elemento esencial de la limpieza natural. Para sacarle el máximo partido, hay que saber elegirlo y utilizarlo correctamente, respetando sus características específicas y su modo de fabricación. A continuación te explicamos cómo sacar el máximo partido a este tesoro milenario, sin alterar su esencia.

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Cómo elegir su jabón de Alepo

Ante todo, asegúrese de que el jabón de Alepo que utiliza es auténtico. El verdadero jabón de Alepo se fabrica en Siria, en la región de Alepo, siguiendo un antiguo método de saponificación. Sólo contiene cuatro ingredientes esenciales: agua, sosa vegetal, aceite de oliva y aceite de laurel. Cuanto mayor sea el porcentaje de laurel, más purificante será el jabón, pero también más caro.

Cuidado con las imitaciones, que a menudo se producen industrialmente fuera de Siria. Estas copias a veces añaden colorantes, fragancias sintéticas o conservantes, fáciles de detectar en una larga lista de ingredientes. Opte siempre por una composición corta y clara y un aspecto crudo, con un tinte entre beige y marrón en la superficie y verde en el interior, signo de secado natural. Por último, evita los jabones con glicerina si quieres utilizar tu pastilla de jabón para hacer detergente en polvo, ¡ya que este ingrediente podría atascar la máquina y endurecer el preparado!

Pastilla de jabón de Alepo con aceite de oliva

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Cómo utilizar correctamente el jabón de Alepo

Detergente casero con jabón de Alepo: eficaz y suave

El jabón de Alepo es una alternativa natural al detergente industrial. Basta con rallarlo o cortarlo en virutas con un cuchillo y fundirlo en agua caliente. Una vez disuelto, esta mezcla se convierte en una base lavante suave, ideal para pieles sensibles.

Añade bicarbonato de sodio o cristales de sosa si quieres potenciar su poder quitamanchas. Asegúrate de agitar bien la mezcla antes de cada uso, ya que puede cuajar. Este detergente casero es suave con las fibras y no atasca la lavadora. Sirve tanto para ropa blanca como de color, y deja un discreto aroma.

Para fregar: un jabón que no hace mucha espuma, pero lava bien

Aunque el jabón de Alepo no hace mucha espuma, es formidable contra la grasa. Basta con frotar un bloque húmedo directamente en la esponja o el cepillo de fregar. También puedes rallarlo y mezclarlo con agua caliente para hacer una pasta de lavado que puedes verter en una botella. Sus propiedades desinfectantes y desengrasantes lo convierten en un activo inestimable para limpiar cacerolas, cubiertos y platos sucios, sin dañar la piel. También es una solución económica, ya que un bloque dura mucho tiempo, y respetuosa con el medio ambiente, ya que no contiene fosfatos ni sustancias contaminantes.

limpiar la vajilla paño de cocina plato

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Desengrasar superficies y limpiar encimeras

El jabón de Alepo disuelve la grasa incrustada en las superficies de la cocina. Para ello, rállalo y fúndelo con un poco de vinagre blanco y agua caliente, lo que potencia su efecto limpiador. Aplicada con una esponja o paño, esta mezcla elimina suavemente las manchas, desodoriza y desinfecta.

Sobre placas de cocina, encimeras o incluso el fregadero, deja una superficie limpia y sana. Puede utilizarse incluso sin diluir para las manchas difíciles, siempre que se aclare bien después para evitar que queden rayas.

Azulejos, paredes y suelos: limpieza sana sin dejar residuos

El jabón de Alepo rallado puede utilizarse en un cubo de agua caliente para sustituir eficazmente a los productos domésticos para lavar los suelos, especialmente los azulejos. Limpia sin dejar película grasa, siempre que se utilice la cantidad adecuada: un puñado de virutas basta para 5 ó 6 litros de agua.

Aplicado con un paño, refresca las superficies y desprende un ligero aroma vegetal. También puede utilizarse para limpiar las paredes, sobre todo las del cuarto de baño o la cocina, gracias a su acción antifúngica. Su suavidad lo convierte en una excelente elección para hogares con niños o animales domésticos.

Para limpiar cristales sin dejar rayas

Contra todo pronóstico, el jabón de Alepo también puede hacer brillar los cristales. Basta con disolver una pequeña cantidad en agua tibia.