Detergente de cenizas de madera: ¡la receta fácil y 100% natural que debes probar!

Los detergentes líquidos modernos a base de tensioactivos sintéticos existen desde hace muy poco tiempo. Entonces, ¿qué productos utilizaban nuestras abuelas para mantener su colada impecable? Aunque inmediatamente nos vienen a la mente las fórmulas antiguas a base de auténtico jabón de Marsella, jabón de Alepo o jabón negro, sus detergentes favoritos eran sencillamente… ¡gratis! Lavar con ceniza de madera es la receta ancestral más económica, ya que las materias primas se recogen en la chimenea. Ecológica y económica, también es muy fácil de hacer. Aquí tienes nuestras instrucciones paso a paso para elaborar un detergente de residuo cero muy eficaz.

También hay una receta muy económica para lavar las castañas en otoño y una receta especial para lavar la ropa blanca, que son igual de eficaces.

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¿Cuáles son las ventajas del detergente de cenizas?

Además de costar muy poco, no es perjudicial para el medio ambiente.

Además, este detergente contiene potasio de forma natural. Este tensioactivo 100% natural le confiere un poder de limpieza eficaz. Además, es una forma estupenda de reciclar tus cenizas.

Además, es excelente en todo tipo de tejidos y ayuda a reavivar los colores.

También es muy eficaz contra las manchas orgánicas: aceite, comida y, sobre todo, sangre.

Y no se preocupe: no supone ningún riesgo para la máquina ni para la fosa séptica, ¡y no deja olores extraños!

Créditos: Efraimstochter / Pixabay

¿Cuáles son sus limitaciones?

Según la calidad y la composición de la potasa, la lejía puede ser un poco «corrosiva». Así que es mejor prepararla con guantes y evitar utilizarla sobre tejidos muy frágiles. También es más difícil eliminar las manchas minerales difíciles (barro, etc.). Así que no dudes en quitar primero la mancha. Por último, este detergente a la antigua puede a veces deslustrar a largo plazo los tejidos muy claros o blancos. Por eso es mejor añadir una taza de percarbonato de sodio (para los blancos) o de bicarbonato de sodio (para los colores) al tambor de la lavadora.

Qué necesitas para hacerla:

1 litro de agua (puedes utilizar agua de lluvia para ahorrar)

150 g de ceniza de madera

Una botella de cristal o una vieja botella de detergente industrial que hayas guardado

Guantes para protegerte las manos

Opcional: fragancia natural para perfumar el detergente que se añadirá en último lugar o unas ramitas de plantas aromáticas (lavanda, romero, etc.) para macerar con las cenizas.

Elaboración de la colada de cenizas con la técnica clásica

cenizas de madera

Créditos: zdenet / Pixabay

1) En primer lugar, colócalo en un lugar bien ventilado (jardín o balcón).

2) A continuación, tamiza la ceniza con un colador. Este es un paso importante, ya que no querrás que queden grapas o clavos.

3) A continuación, mezcla los ingredientes en un cubo y déjalos macerar durante uno o dos días. Durante este tiempo de maceración, remueve la lejía cuatro veces.

4) Cuela a través de un colador cubierto con dos paños. Si el líquido no está jabonoso ni dorado, filtrar una segunda vez con un paño de microfibra de piel de melocotón.

5) Pasa el detergente a una botella y guarda la ceniza sobrante para limpiar los cristales de la chimenea, para echar al compost o como abono para las plantas.

6) Agita el detergente para cenizas antes de cada uso y vierte 100 o 150 ml en el dosificador de detergente de la lavadora. Y no olvides utilizar el vinagre blanco como suavizante.

Haz tu propio detergente de cenizas sin filtrar ni tamizar

Puedes utilizar otro método para obtener el mismo detergente. Elimina la etapa de filtrado y tamizado, lo que lo hace menos tedioso. Sin embargo, requiere más paciencia, ¡ya que se basa en decantar las cenizas! En este caso, se vierte la ceniza sin tamizar y el agua en un cuenco para hacer una papilla, y luego se remueve. Al cabo de unas horas, se añade el doble de agua que la altura del purín. Se retira el carbón y se deja reposar unos días para que la lejía se concentre. Por ejemplo, tres días es perfecto. Ya sólo queda verter todo el líquido posible. El lodo gris se puede reciclar como se ha explicado antes.