Ollas, sartenes, platos de pollo, moldes para pasteles, cazuelas, platos de pescado… los utensilios de cobre siguen estando de moda en la cocina. Y por una buena razón: es el material que mejor representa el encanto de las cocinas de antaño, siempre, claro está, que sea brillante.
El problema de los utensilios de cobre es que su mantenimiento es un poco tedioso. O eso podría pensarse. En realidad, es mucho más sencillo de lo que parece. Como suele ocurrir. Y lo que es más, se puede hacer de forma natural. ¿Qué quiere la gente? Al fin y al cabo, no mucho.
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1 – Bicarbonato de sodio, una y otra vez
… Y su mejor amigo, ¡el zumo de limón! Moja un paño en esta mezcla y limpia tus ollas y sartenes. Por último, seca con un paño limpio y suave. ¡Efecto brillante garantizado! Ya puedes empezar a cocinar. ¿Qué hay para cenar?
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2 – Vinagre y sal gruesa
Quizás la mejor técnica. ¿Tienes sal gorda? Pon un puñado en un bol. A continuación, cubre la sal con vinagre blanco (unos 60 ml). Coge un poco de la mezcla con una esponja y frota suavemente las sartenes. Aclara con agua tibia y finalmente seca con un paño limpio. ¡Tus ollas y sartenes quedarán como nuevas!
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3 – Limón y sal
Si no tienes vinagre o bicarbonato en tu despensa, también puedes utilizar medio limón como tampón. Espolvorea la pulpa con una pequeña cantidad de sal y pasa un bastoncillo por las zonas a limpiar. El poder abrasivo de la sal combinado con el del limón tendrá un efecto inmediato. Aclarar y secar con un paño limpio.
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Ten en cuenta que estas técnicas sirven para cualquier olla de cobre. ¿Tienes algún truco?