El moho es algo que nunca se quiere ver en casa… ¡no es nada atractivo y desde luego no es tranquilizador en un entorno que nos gustaría que fuera saludable! Por eso siempre es importante preguntarse por qué hay moho (problema de humedad, mala ventilación…) para tratar el problema en su origen, pero también es necesario limpiar las manchas.
Para ello, recomendamos utilizar un aceite esencial altamente antimicrobiano, antibacteriano y resistente a los hongos, para un resultado aún mejor que la lejía (que es peligrosa) o el vinagre (que puede ser incompatible con algunas duchas de piedra, por ejemplo): el aceite esencial de árbol de té.
Lo que necesitas
Entre 120 y 180 ml de agua
20 gotas de aceite esencial de árbol de té
Un pulverizador (de cristal y de color, siempre es mejor para los aceites esenciales)
Los pasos:
1) Empieza vertiendo el agua en la botella. Si usas menos, el producto estará más concentrado, pero mantenlo al mínimo para no desperdiciar el aceite esencial por usarlo demasiado puro innecesariamente.
2) A continuación, añade unas 20 gotas de aceite esencial en el frasco.
N.B.: Puede utilizar un dispersante neutro si dispone de él (el aceite no se mezcla bien con el agua). Para ello, ¿por qué no diluir las gotas en un poco de bicarbonato (otro desinfectante) antes de diluir en agua? Otra posibilidad es utilizar una pequeña cantidad de alcohol. De lo contrario, basta con agitar el producto a menudo durante el tratamiento. En cualquier caso, agítelo antes de cada uso.
3) Pulverice la solución sobre la zona a tratar, déjela actuar unos minutos y límpiela con un paño. Para los rincones de difícil acceso, utilice un cepillo de dientes. Para el moho ya establecido, dejar actuar unas horas o incluso toda la noche.
