La planta que aleja inmediatamente a todos los mosquitos de tu casa y balcón

Cualquiera que disfrute pasando tiempo al aire libre -en el jardín, en el balcón o en la terraza- sabe que los mosquitos pueden estropear hasta la más agradable de las veladas. Si busca un aliado natural contra estos molestos insectos, quizá aún no haya pensado en la lantana.

Conocida por sus vistosas y coloridas flores, la lantana (de nombre científico Lantana camara) no es sólo una planta decorativa, sino que también tiene un interesante efecto repelente sobre los mosquitos.

¿Por qué actúa la lantana contra los mosquitos?
La lantana produce sustancias aromáticas, en particular monoterpenos y sesquiterpenos, que desprenden un olor que no gusta a los mosquitos. Estos compuestos actúan sobre los receptores olfativos de los insectos, desorientándolos e impidiéndoles localizar su objetivo, es decir, a nosotros.

Los estudios han demostrado que los extractos de las hojas pueden mantener alejados a los mosquitos durante varias horas, pero la mera presencia de la planta ayuda a reducir el número de insectos en el hogar.

¿Cómo se puede utilizar la lantana para ahuyentar a los mosquitos?
Para aprovechar al máximo las propiedades de la lantana, es importante saber dónde colocarla. Colóquela cerca de los lugares donde pase más tiempo, como mesas de exterior, asientos de jardín o sofás en la terraza. En jardines más grandes, puede plantarla a lo largo de caminos, alrededor de asientos o cerca de ventanas y puertas para crear una especie de barrera natural.

Los habitantes de pisos también pueden beneficiarse: basta con colocar unas cuantas macetas de lantana en el balcón, cerca de donde te sientas o miras por la noche.

Si quieres un efecto aún más potente, puedes aplastar ligeramente unas cuantas hojas en las manos y frotarlas suavemente por los brazos o las piernas, siempre con cuidado de no irritar la piel (es mejor probar primero en una pequeña zona de la piel).

Algunos consejos para mantenerla en plena forma
A la lantana le encanta el sol y es resistente a la sequía, por lo que no necesita muchos cuidados. La única precaución es evitar el agua estancada en las macetas, que paradójicamente podría favorecer la aparición de mosquitos. Una planta sana y frondosa producirá más hojas y flores, lo que aumentará su efecto repelente.