Los cubiertos de plata, con su encanto intemporal y la elegancia que confieren a la mesa, son un verdadero tesoro en nuestros hogares.
Con el tiempo, por desgracia, pueden perder su brillo debido a la oxidación. Si le ha ocurrido que su buen servicio de cubiertos se ha estropeado, ¡no se preocupe!
Puedes pulirlos en poco tiempo y con métodos naturales en tu casa, ¡descubramos juntos todos los pasos!
¿Qué descubrirás?
1 Bicarbonato sódico
2 Vinagre blanco
3 Zumo de limón
4 Truco con sal
5 Aceite de oliva
Bicarbonato sódico
No puedo empezar a contarte todos los trucos sin poner el bicarbonato de sodio a la cabeza de todos ellos.
Hablamos de un producto que, año tras año, ha demostrado ser un aliado inestimable para eliminar la oxidación de la plata, por lo que será perfecto para tus cubiertos.
Lo único que tienes que hacer es preparar una pasta con 1 cucharada de bicarbonato y un chorrito de agua, mezclar enérgicamente y parar cuando veas que tiene la consistencia de un gel.
Aplica la mezcla sobre los cubiertos y déjala actuar durante al menos 30-40 minutos. Después, con un cepillo de cerdas suaves, frota suavemente, aclara y seca con un paño de lana.
Notarás inmediatamente una gran diferencia.
Vinagre blanco
Junto con el bicarbonato de sodio, el vinagre blanco también figura entre los mejores trucos para dar un nuevo brillo a una buena cubertería de plata. Las propiedades de este producto también ayudan a abrillantar el fregadero de acero.
En este caso, basta con sumergir los cubiertos en una mezcla de agua caliente y vinagre blanco (una parte de vinagre por dos de agua) durante una media hora.
Pasado este tiempo, retira los cubiertos de la solución y acláralos con abundante agua corriente, después sécalos con un paño suave y ¡quedarán relucientes!
Zumo de limón
Al igual que el vinagre, el zumo de limón también es conocido por su capacidad para eliminar las manchas y la oxidación, además de ser estupendo para abrillantar cualquier superficie opaca.
Exprime el zumo de un limón en un paño suave o una esponja y frótalo enérgicamente sobre los cubiertos. A continuación, sumérgelos en agua tibia y el zumo de 1 limón durante 30 minutos.
Después sólo tienes que aclarar y secar bien. El resultado será un brillo natural que dejará tu cubertería de plata como nueva.
El truco de la sal
¿Conoces el truco de la sal? Si no es así, ¡ahora es el momento de conocer en detalle este fantástico método que hará brillar una buena cubertería!
La sal y el papel de aluminio pueden trabajar juntos para eliminar la oxidación en un abrir y cerrar de ojos. La sal tiene un fuerte poder desengrasante, mientras que el papel de aluminio elimina la pátina oscura e incluso persistente.
Coloque una hoja de papel de aluminio en el fondo de un recipiente resistente al calor, introduzca los cubiertos y cúbralos con un puñado de sal gorda, vierta agua muy caliente y déjelos en remojo durante un par de horas.
Cuando el agua esté tibia, retira las joyas una a una, pásalas por un paño de microfibra y sécalas bien.
Aceite de oliva
Tras la limpieza, puedes utilizar aceite de oliva para proteger y dar brillo a tus cubiertos.
Aplica un poco de aceite en un paño suave y frótalo sobre los cubiertos limpios. Esto creará una fina película protectora que conservará la belleza de la plata con el paso del tiempo.