Cómo quitar una mancha de óxido en los azulejos

Las manchas de óxido suelen aparecer accidentalmente en los azulejos. Esto puede ocurrir después de mover un mueble o cuando uno deja por descuido objetos metálicos por ahí, que son peligrosos para que aparezca óxido. Puede que al principio no te des cuenta de que la espuma de afeitar puede dejar una mancha de óxido en la bañera, o que el desodorante en spray puede oxidarse y dejar marcas difíciles de quitar en el lavabo. En resumen, los objetos metálicos pueden ser un poco traicioneros…. Afortunadamente, este truco de abuelita supernatural es muy eficaz para eliminar las manchas difíciles de óxido ¡sin dañar el suelo! Es más, este quitamanchas también funciona para las manchas de óxido en la ropa.

Contenido

Qué necesitas para quitar una mancha de óxido de las baldosas:

Cepillo para fregar

Detergente lavavajillas

Sal gruesa (¡también puedes utilizar sal fina o bicarbonato sódico!)

Media lima (o zumo de lima, ¡si es lo único que tienes contra el óxido!)

¿Cómo se quitan las manchas?

1) Con un estropajo abrasivo y detergente lavavajillas, elimina la mayor parte posible de la mancha. Aclárala.

2) A continuación, espolvorea la zona a tratar con sal gorda y utiliza limón para fregar. La combinación de estos productos naturales es inmejorable. El zumo de limón es un eficaz desoxidante y elimina las manchas de oxidación del metal en un santiamén. La sal refuerza su acción para limpiar las manchas más difíciles.

Esponja limpiadora de azulejos

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3) Friega hasta que la mancha de óxido desaparezca por completo. Para eliminar a fondo las manchas más pequeñas, utiliza una esponja abrasiva, un cepillo de alambre o lana de acero. Si es necesario, repite los mismos pasos una segunda vez para completar la limpieza. Si la mancha es difícil de quitar, también puedes dejar actuar la mezcla de zumo de limón y sal durante una hora para que afloje la zona. Si lo dejas actuar antes de fregar la mancha y aclarar, la limpieza será mucho más fácil.

4) A continuación, limpie el baño o el suelo con el método habitual.

Otros consejos que debe conocer sobre las manchas de óxido:

Frote la mancha con un paño empapado en vinagre blanco o vierta Coca-Cola sobre ella. Estos productos ácidos pueden ayudar a eliminar las manchas de corrosión dejadas por un objeto oxidado. El vinagre o el limón no pueden utilizarse en azulejos porosos. En su lugar, se puede utilizar agua caliente, jabón de Marsella y un cepillo. En el exterior, puedes preparar un cubo de agua caliente con bicarbonato sódico y líquido lavavajillas. Frotar con una escoba para eliminar las manchas.

Ya está. Ahora ya sabes cómo quitar el óxido de los azulejos sin recurrir a productos químicos o de consumo doméstico.

Manchas de óxido en los azulejos

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¿Cómo evitar las manchas de óxido en los azulejos?

Para prevenir las manchas de óxido en los azulejos, es esencial identificar y limitar las posibles fuentes de corrosión. Los objetos metálicos que permanecen en contacto prolongado con la humedad, como las patas de los muebles, los accesorios de baño (botes de espuma de afeitar o de laca para el pelo, etc.) o incluso las macetas, son los principales responsables de estas manchas marrones. Para proteger las superficies alicatadas, se pueden utilizar alfombrillas de goma, posavasos o tazas. También puedes aplicar un barniz transparente para limitar la corrosión, sobre todo en los productos de higiene y belleza presentados en envases metálicos.

En las zonas expuestas al agua, como la cocina, el baño o la terraza, asegúrese de secar bien el suelo después de usarlo para evitar condiciones propicias a la oxidación. El mantenimiento regular también desempeña un papel clave en la prevención. Limpiar las baldosas con los productos adecuados elimina los residuos metálicos que pueden oxidarse con el tiempo. Es mejor evitar los limpiadores abrasivos, que pueden alterar la superficie protectora de las baldosas, haciéndolas más vulnerables a la oxidación. Se pueden utilizar soluciones naturales, como vinagre blanco o zumo de limón, para disolver los residuos antes de que se asienten, siempre que se aclaren bien.

Por último, en las zonas exteriores hay que estar aún más atentos debido a la exposición a la intemperie. Tratar los muebles metálicos con un inhibidor de óxido y comprobar periódicamente el estado de las juntas de las baldosas ayuda a evitar que la humedad se filtre y favorezca la corrosión.

Los azulejos bien mantenidos y protegidos de la humedad y del contacto prolongado con objetos metálicos permanecerán brillantes y sin óxido con el paso del tiempo.