A veces, los materiales metálicos pueden oxidarse con el paso del tiempo. La oxidación acaba por desgastarlos, dejando manchas de óxido. Antes de ver cómo eliminar las manchas de óxido, le daremos algunos consejos para prevenirlas. Así no tendrás que eliminarlas y no correrás el riesgo de que tus objetos se deterioren con el paso del tiempo. También encontrará todos los consejos de las abuelas para eliminar las manchas de óxido difíciles de quitar en azulejos, superficies de acero inoxidable (grifos, cubiertos, teteras, etc.), bañeras u objetos metálicos. Las manchas de óxido no son irreversibles. Para salvar tus estanterías o muebles de jardín de la corrosión, ¡sigue esta guía!
Cómo evitar las manchas de óxido en el hogar
utensilios oxidados manchas de óxido
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-Lógicamente, lo primero que hay que hacer es evitar la humedad en la medida de lo posible para evitar que tus objetos se oxiden. Para ello, puedes utilizar una lona o un refugio para tus muebles metálicos de jardín. También puedes poner un puñado de arroz, goma arábiga o tiza en los armarios donde guardas objetos metálicos o en tu caja de herramientas.
-Después de lavar y secar, también puedes engrasar sartenes, ollas y otros utensilios para aplicarles una capa protectora. Esto también puede aplicarse a las herramientas de bricolaje. Para las tuberías desgastadas, en cambio, se puede utilizar vaselina.
Para los muebles de exterior (muebles, bancos, etc.), vallas, verjas y otros objetos metálicos de exterior que no se puedan proteger, se puede aplicar una pintura marina o antioxidante. Esto reduce el desgaste causado por la humedad y, por tanto, las manchas de óxido.
¿Cómo eliminar eficazmente las manchas de óxido?
óxido de la bañera
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1) ¡Frotar, frotar, frotar!
Frotar y raspar es una buena forma de eliminar las manchas de óxido, pero ten cuidado de no emplear demasiada fuerza para no dañar el objeto. El objetivo es no sustituir el óxido por arañazos al quitar la mancha. Por lo tanto, frote suavemente las manchas pequeñas con un cepillo de latón, una esponja abrasiva, lana de acero, papel de aluminio oxidado en forma de bola (con el lado brillante hacia fuera), papel de lija de grano fino o incluso un cepillo de dientes.
2) Limón y sal
Puede utilizar zumo de lima o limón amarillo y sal de mesa fina o gruesa para hacer un quitamanchas muy eficaz. Para ello, empiece vertiendo el zumo sobre la zona manchada. A continuación, espolvorea la sal y deja que se produzca la reacción química. De esta forma «rompes» las manchas de oxidación. A continuación, frótalo. Si sigue habiendo óxido, deja actuar la mezcla de zumo de limón y sal durante unas horas antes de frotar.
Es bueno saberlo: Todavía en la industria alimentaria, una patata o una cebolla cortadas por la mitad pueden eliminar las manchas de óxido. Para una mayor eficacia, puedes espolvorear la patata con bicarbonato antes de fregar.
escalera oxidada
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3) Vinagre blanco para las manchas de óxido
El vinagre blanco suele ser uno de los mejores productos para limpiar y mantener objetos que pueden rayarse. Sólo tienes que asegurarte de secarlos bien después de usarlo. Sin embargo, el vinagre blanco también se puede utilizar para tratar el óxido debido a su acidez. Lo ideal es calentarlo para que sea más eficaz. A continuación, viértelo en la tetera o tetera a tratar, o en un barreño para empapar el objeto oxidado (¡puedes hacer lo mismo con Cola!) Si las manchas de óxido están muy arraigadas, no dudes en añadir sal gorda. Vierte la mezcla sobre la mancha y deja que se produzca la reacción química antes de fregar. A continuación, aclara y seca bien.
4) Cristales de sosa
Los cristales de sosa son excelentes productos domésticos y pueden ser muy eficaces contra las manchas de óxido más resistentes. Basta con espolvorear un poco sobre una esponja húmeda después de usar guantes. A continuación, frota enérgicamente la mancha para disolver los restos de óxido. Por último, aclara y seca.
Pernos de óxido
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5) Bicarbonato de sodio
Al igual que el vinagre, el bicarbonato de sodio puede ayudar a eliminar las manchas de óxido. Sin embargo, mientras que el vinagre es más ácido, el bicarbonato de sodio tiene un efecto abrasivo muy suave y eficaz. Suele mezclarse con agua para formar una pasta espesa. La mezcla se aplica directamente sobre el óxido y se deja actuar durante 15 minutos antes de frotar con un cepillo adecuado. Ya sólo queda no hacer nada y secar bien. También puede combinarse con vinagre blanco para eliminar mecánicamente la mancha de óxido gracias a la reacción química efervescente. Dejar que el objeto se oxide